En Colombia, la navidad tiene un aroma que se reconoce desde lejos: es el perfume dulce de la natilla recién hecha, ese postre que ha acompañado a familias enteras durante generaciones. Antes de que aparezcan las luces, antes incluso de que suenen los villancicos, ya la natilla esta anunciando que llego la época as cálida del año, esa en la que el corazón se llena de recuerdos y la cocina se convierte en el centro del hogar.

La natilla no es solo un postre, es un ritual familiar. Es el momento en que las tías revuelven la olla con paciencia, en que los niños esperan la primera cucharadita tibia y en que los abuelos cuentan historias de como, en su época, la natilla se hacia lentamente, a fuego de leña, rodeada de risas y cumbias.

La tradición del sabor, la natilla tradicional es cremosa, suave, perfumada con canela y preparada con leche, panela, fécula y el cariño que no falta en los hogares colombianos. Pero Colombia, con su infinita creatividad culinaria, ha regalado al mundo dos versiones que hacen suspirar:

• Natilla De Coco Un clásico del caribe colombiano. Su sabor fresco y delicado, mezclado con la cremosidad de la preparación, crea un dulce que huele a playa, a tradición costeña y a familia reunida. El coco rallado aporta textura y aroma, dándole un toque tropical que convierte cada cucharada en nostalgia pura.
• Natilla de Arequipe la favorita de los amantes del dulce. Aquí, la suavidad de la natilla se mezcla con el profundo sabor del arequipe colombiano, creando un postre con color dorado y sabor intenso. Es como una caricia dulce que se derrite en la boca y deja un recuerdo que dura mucho después del ultimo bocado.

¿Cómo se prepara la natilla Tradicional?

Aunque cada familia tiene su propio secreto, la esencia es siempre la misma:

1- Se calienta la leche junto con panela o azúcar, dejando que el aroma de la canela invada las cocina.

2- Se disuelve la fécula aparte, para que la textura quede perfecta.

3- Se mezcla todo a fuego lento, revolviendo sin parar-porque la natilla no perdona despistes-hasta que espesa y toma ese brillo característicos.

4-Se sirve en moldes o bandejas y se deja reposar para que adquiera su forma.

5- Se espolvorea canela, coco o se mezcla arequipe, dependiendo de la tradición de cada hogar.

Al final, el resultado es siempre el mismo: una mesa llena de sonrisas, de familia reunida, de historias revividas. Porque la natilla es mas que un postre.

Es la navidad Colombiana servida en un plato.